«Un “tic-tac…” marca los primeros pasos de Vendrán lluvias suaves (1920) de Ray Bradbury. Es el ritmo que precede a los rituales domésticos, aunque no hay respuesta a la puntualidad domótica. En el exterior, la humanidad perece, aunque sus creaciones sobreviven.
Quizás los miedos hayan cambiado, pero no por ello han desaparecido los peligros. Diversas crisis nos acechan: económica, humanitaria, política, medioambiental… Simplemente considerando esta última, no es de extrañar si alguien afirma con convicción: ¡este planeta se va al carajo! Tic-tac, tic-tac… esta vez no parece ser el reloj del salón de Bradbury, sino la cuenta atrás de un planeta que quizás haya iniciado una trayectoria de no retorno.
Siempre va a haber partes interesadas que proclamen con mofa que hay “apocalípticos climáticos”, sin embargo, cuando contemplamos países convertidos en vertederos de tecnología obsoleta o fenómenos como las islas de partículas de plástico que se extienden a lo largo de millones de kilómetros cuadrados de océano, negar el deterioro medioambiental parece como mínimo una insultante irresponsabilidad. ¿Pero cómo podemos afrontarlo?
Si partimos del mundo del arte, pueden servir las palabras de José L. Molinuevo que daban pie a la exposición Paisaje con figuras (2008) en el DA2: “Nuestra relación con la naturaleza es la esquizofrénica de un contemplador romántico metido a productor tecnológico, que busca reconciliarse con ella mediante parques naturales, pero que necesariamente crea nuevos vertederos”.
¿Cuál es nuestra posición ante este panorama? ¿Los caminos más eficaces para la concienciación son el catastrofismo emocional o estrategias documentales? ¿Este problema es el umbral de otras cuestiones?…».
Ficha técnica
Título del capítulo: Paisajes entrópicos
Título del libro: 39°26’56.8″N 0°23’27.6″W
Editor: Santiago Morilla
Textos: Mariola Cubells, Carolina Maestro, Pedro Medina
Idiomas: castellano/English
Editorial: Valencia: Espai Rambleta, 2015
Santiago Morilla