Intervenir en un espacio siempre implica cierto habitar, un dar vida que deviene la multiplicación de los significados. En este caso, Simona Palmieri redefine el Espacio Dos de la Galería Art Nueve, estableciendo una definición del ámbito expositivo que invita a la aleatoriedad de los recorridos y las paradas, a la descentralización de la mirada y a la implicación personal para conseguir una instalación que “tiene lugar” como organismo vivo, convertida para el espectador en un campo de contemplación y de generación de emociones en el que el discurso no está cerrado.
Este se concede a la complicidad de quien recorre la instalación, si bien hay ciertos conceptos sobre los que gravita la obra: la fragilidad, la multiplicidad de las perspectivas y la entrega de la propia Palmieri al lugar que transforma, con un juego de reflejos y fragmentaciones que se llaman unos a otros, manteniendo una memoria de reverberaciones respecto a su obra anterior, que aquí gana en evanescencia y capacidad de metamorfosis, siendo cada imagen la posibilidad de otra, el guiño de otro elemento, el origen de una nueva visión.
Tanizaki creía que lo más importante era captar el enigma de la sombra para descubrir el alma de la arquitectura y los matices del espacio vacío y de un tiempo cautivado por el sosiego de la admiración que construye el mundo. Palmieri logra con esta intervención dejar huella y destacar el protagonismo del propio lugar expositivo más allá de su dimensión como contenedor de arte. Una dimensión presente en toda instalación, pero que en su lectura propone la transición continua de las percepciones, hecho que llega a ser una metáfora del mundo actual, en el que las certezas se disuelven y todo muta, cobrando nuestra época la forma de una gran metamorfosis, que difícilmente puede ser representada con lenguajes que tienden más a la eternidad que a la singularidad de un momento fugaz.
La galería pasa a ser pues un lugar dominado por la oscilación, el cambio y el viaje, percibiendo la vertigine (vértigo) que esto genera, entendida principalmente como desorientación. El espectador tiene la sensación entonces de contemplar un enigma, casi de tintes cinematográficos, que comienza antes de ver la pieza con un sonido que invade la calle, privilegiando un “poner en situación” que descubre y vela el espacio, el atisbo de un pasado y el hallazgo de su propia forma de mirar, entregada ahora al reino de la posibilidad.
Ficha técnica
Título: Vertigine
Comisario: Pedro Medina
Artista: Simona Palmieri
Lugar: Galería Art Nueve. Dr.Tapia Sanz 1, 30001 Murcia
Fecha: 10/10/2006 – 10/11/2006
Galería Art Nueve
